Regresó con la lluvia

Sus miradas logran encontrarse a través de la confusión ruidosa del chaparrón. —¿Lo entiendes al fin? —pregunta la mujer, alzando su voz sobre el aguacero. El ginoide no parpadea siquiera, impertérrito a las gotas que lo calan. Tras unos segundos, responde con palabras perfectamente moduladas.